Orbis Terrarum es un proyecto que impulsa el movimiento de “educación verde”, con el fin de concientizar sobre la importancia de la sostenibilidad y la conservación del medio ambiente.
La creadora de este proyecto es Alexia Luján, quien está próxima a graduarse en la licenciatura de Biología de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) y es reconocida por su labor en ecología y educación ambiental en esta frontera.
Su compromiso con el medio ambiente la ha convertido en una de las mujeres más influyentes en la comunidad, pues como activista, su trabajo ha inspirado a jóvenes y niños a interesarse en la protección del planeta a través de diversas iniciativas educativas.

En entrevista con Circuito Frontera platicó que a raíz de sus estudios como profesionista nació el cariño que tiene por las plantas.
Orbis Terrarum surge como una manera de buscar un sustento para seguir manteniendo sus estudios es un pequeño emprendimiento, donde trabaja con plantas prensadas y también hace terrarios.
“En realidad hago muchas cosas relacionadas con plantas en su preservación. Puedo hacer cuadros, separadores, puedo hacer joyería. Es una una variedad muy amplia con lo que puedo trabajar con las plantas, entonces surgió básicamente la idea del amor que le tengo a las plantas”, dijo.
¿Cómo es que funciona un terrario?
El terrario funciona como un recipiente de cristal que la mayoría es vidrio y puede ser de diferentes tamaños y diferentes formas.
Existen dos tipos de terrarios: los que son sellados herméticamente y los que son abiertos y requieren muy poca o nula intervención.
“El cerrado mantiene un ciclo del agua dentro del cristal. El agua se condensa y luego cae, se reabsorbe y las plantas cumplen su ciclo dentro del frasco”, explicó.
Mencionó que el recipiente cuenta con unas capas de sustratos que se acomodan de cierta manera junto con piedras que ayudan a que las raíces de la planta no se pudran y el agua no se quede como estancada en una sola parte, además fomentan a que la tierra nutra las plantas para que crezcan.

La siguiente capa contiene carbón activo, lo cual ayuda a inhibir el crecimiento de las bacterias y que se formen hongos. De esta forma se les permite a las plantas crecer dentro.
Comentó que puede transformar cualquier recipiente de vidrio en terrario, desde frascos pequeños hasta terrarios grandes en forma de pecera.
Platicó que su inspiración surgió de David Latimer, un hombre que creó un jardín autosuficiente en 1960 dentro de una botella de 10 galones y le sorprendió como lo regó una vez.

Este ecosistema en miniatura se mantuvo gracias a la fotosíntesis, reciclando sus propios nutrientes sin necesidad de intervención humana, compartió.
Dijo que mientras algunas personas no pueden mantener ni un cactus, Latimer logró un ecosistema que no necesitaba poda, pues su jardín creció hasta el máximo que permitía la botella.
Además el terrario de más antigüedad que tiene Alexi es de 5 años de edad
“El fue parte de mi inspiración para que yo trajera esa idea, pero para nuestra ciudad, porque al ser una ciudad tan urbanizada y con poca vegetación y desértica en su mayoría, yo quería que nosotros tuviéramos un poquito de algo más tropical y más florístico en algo pequeño que nosotros podamos tener en nuestra casa”, agregó.
Recomendaciones para los terrarios
Una luz directa del sol genera un efecto “lupa” en el cristal, por lo que quemara todo, asemejando a una sequía completa en el terrario, por lo cual, un buen lugar para poner un terrario es en donde entra luz, esté iluminado, pero que no dé directamente la luz.
Explicó que existen microorganismos que van creciendo y van ayudando a crecer las plantas.
“También hay bacterias y hay hongos, entonces no los ves a simple vista, pero ahí están en la tierra, en su mayoría se encuentran en el sustrato”, agregó.
Expuso que incluso en ocasiones añade algunas lombrices pequeñas y caracoles, los cuales se pueden apreciar dentro del terrario de sus diseños más grandes.
“El tener como un ejemplar que en algún momento va a dejar de existir, con los terrarios o prensado de plantas tenemos este precedente en un laboratorio y eventualmente lo podemos estudiar para saber si esta planta realmente se extinguió, va a volver a surgir, va resurgir en algún momento”, compartió.
Prensado de plantas
Alexia platicó que también tiene algunos trabajos con prensado de plantas, así como estos son con los que particularmente se divierte más, en donde utiliza una técnica con una prensa botánica, cartón y hojas de papel.
Explicó que hay que recolectar la planta fresca, se deja secar y después se deja secar por un periodo de aproximadamente una semana, aunque depende de la planta.

Dijo que una vez que la planta está seca y lisa se puede utilizar para diversas actividades, como joyería, enmarcarlas para cuadros o para hacer separadores de libros.
Taxidermia
Pero también utiliza las plantas para decoraciones en otros tipos de trabajos como es el montaje de insectos, donde usa la misma técnica fusionando varias disciplinas.
“Mis proyectos hablan de la preservación de organismos que ya no están vivos, que ya fallecieron y es una manera de honrar a los animales”, señaló.
Expuso que el proyecto que tengo con la taxidermia es solamente el trabajo de manera ética con animales, por lo que sólo usa animales que encontró ya muertos o que son donados.

“Es muy importante mencionar y recalcar este punto porque esta disciplina de la taxidermia tiende a ser muy mal vista y tiene un estigma muy marcado de ser muy poco ética.
A veces se cree que son personas cazando animales y nada de esto tiene que ver conmigo esas prácticas van en contra de mis principios, una cuestión que yo no quiero transmitir a través de mi trabajo”, dijo.

Además Alexia realiza talleres para las personas que tienen interés de aprender a preservar tanto plantas o los animales, pero que no tienen la intención de estudiar de manera profesional.
En sus cursos habla de especies y su importancia ecológica, tanto de plantas como de animales.
Bio Experimenta
Alexia además es socia fundadora de Bio Experimenta, una asociación civil enfocada en la educación ambiental para niños y jóvenes.
Cada mes organizan talleres y pláticas en el Museo de El Chamizal, además de exhibiciones sobre su trabajo en la conservación del medio ambiente.
Dijo que uno de los principales problemas a los que se enfrentan es la desinformación y el desinterés en temas ambientales.
Si bien algunos niños muestran curiosidad, la falta de apoyo de sus padres puede apagar su interés con el tiempo, por lo que sin educación y conciencia, las nuevas generaciones perderán la conexión con la naturaleza.
Por ello, Bio Experimenta trabaja en inculcar amor y respeto por el medio ambiente desde la infancia, con el fin de inspirar a futuros científicos, biólogos o cualquier persona comprometida con la conservación.

Sin embargo, actualmente la asociación opera sin apoyo gubernamental y sus actividades son impulsadas por voluntarios y colaboraciones con otras organizaciones.
Además de sus eventos mensuales en el museo, llevan su mensaje a escuelas y trabaja junto a grupos como DIF e Villa Integra para promover conciencia ambiental y social.