Este miércoles se llevó a cabo una reunión en el Centro de Atención Integral a Migrantes (CAIM) de Ciudad Juárez, en la cual participaron figuras políticas de México y Estados Unidos, con el objetivo de abordar la creciente problemática del fenómeno migratorio en la frontera y establecer una estrategia humanitaria conjunta.
En la reunión estuvieron presentes la gobernadora del Estado, María Eugenia Campos Galván; el subsecretario de Estado de Gestión y Recursos de Estados Unidos, Richard Verma; el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, y el cónsul Eric Cohan.
Durante la reunión, se reconoció que el fenómeno migratorio ha sido una cuestión apremiante en la región durante varios años, y se destacó la necesidad de encontrar soluciones que aborden tanto la situación de los migrantes como la seguridad de los habitantes de Ciudad Juárez.
En este contexto, se estableció una mesa de diálogo sobre políticas migratorias, en la que ambas naciones acordaron trabajar en cooperación y colaboración para atender adecuadamente a los migrantes que llegan a la frontera.
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El subsecretario de Estado de Gestión y Recursos de Estados Unidos, Richard Verma, enfatizó que la migración es un problema global que requiere de un enfoque conjunto y humanitario.
Así como la frontera entre México y Estados Unidos es solo una parte del desafío migratorio a nivel mundial.
El embajador Ken Salazar compartió su experiencia personal al visitar el albergue municipal “Kiki Romero”, donde tuvo la oportunidad de conocer de cerca las historias conmovedoras de algunos migrantes.
Salazar destacó la importancia del papel que desempeñan las autoridades mexicanas para brindar atención humanitaria a estas personas en su difícil camino hacia Estados Unidos.
También advirtió a los migrantes sobre los peligros de dejarse engañar por organizaciones criminales transnacionales y traficantes de personas, además insistió en que el uso de la aplicación CBPOne es la única forma legal y segura de ingresar a Estados Unidos sin enfrentar consecuencias legales en ese país.
En consonancia con la preocupación por la migración irregular, ambos países acordaron abordar también el tráfico ilegal de armas y fentanilo que afecta a la región.
Asimismo, se resaltó la importancia de la colaboración bilateral para combatir estos problemas y proteger la seguridad de ambas naciones.
La reunión concluyó con un compromiso claro de trabajar en conjunto para abordar la problemática migratoria desde una perspectiva humanitaria y de seguridad.
La creación de la mesa de diálogo representa un paso importante hacia soluciones integrales y sostenibles, mientras ambos países enfrentan juntos los desafíos de la migración y buscan mejorar las condiciones para quienes buscan una vida mejor en Estados Unidos.