Los fuertes rayos del sol no impidieron que un grupo de aproximadamente 15 personas se plantaran en la explanada de la Presidencia Municipal de Ciudad Juárez en punto de las 11 de la mañana.
Esto con el fin de hacer una exigencia a las autoridades por el fallecimiento de Carlos Efraín Jariz Cruz, conocido como Ramiro, integrante de la comunidad Rarámuri.
Los coloridos vestidos tradicionales de las mujeres que doblegan la imponente caminata de la Sierra de Chihuahua, usaron uso de la misma determinación para exigir al Municipio la indemnización por el asesinato del hombre y estaban acompañadas por miembros de la CEDH y Centro de Derechos Humanos Paso del Norte.
Y es que en 2015, dos agentes de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal detuvieron a Jariz Cruz frente al comedor comunitario de la colonia Tarahumara.
Los elementos usaron el uso de la fuerza para subirlo a la unidad 442 para posteriormente llevarlo a una brecha del Mirador Navojoa, en la colonia Fronteriza Baja, donde torturaron al hombre hasta asesinarlo y dejar su cuerpo abandonado en el sitio.
Ambos agentes policiacos fueron sentenciados a 23 años de prisión, sin embargo, la historia no concluye aquí.
La Comisión Estatal de los Derechos Humanos realizó la Recomendación 65/2015 al municipio de Ciudad Juárez por la indemnización compensatoria a la familia de la víctima, misma que fue aceptada de manera parcial en el 2019.
Una mujer de avanzada edad, con vestido rojo y motivos florales blancos tomó el micrófono para cercenar el breve silencio que imperó frente a la presidencia luego de la lectura del manifiesto derechohumanista.
“Exigimos justicia, porque no es justo que nos hagan eso, porque pues no somos animales para que nos hagan eso y nuestros hijos queden así solitos sin nada de apoyo, porque él (Ramiro) era el sustento de su familia”, relató la Segunda Gobernadora de la Comunidad Rarámuri, Lorena Cano.
Luego del breve mensaje de poco menos de un minuto, la mujer agradeció a los presentes y encabezó la marcha rumbo a la presidencia para entregar el oficio manifiesto al alcalde Cruz Pérez Cuéllar.
Aunado a la reparación del daño, la CEDH pide que el Municipio y la Secretaría de Seguridad Pública Municipal se disculpen públicamente con la comunidad rarámuri por los hechos de violencia, tortura y desaparición forzada en perjuicio de Ramiro, como un recordatorio tangible.
También se recomendó que autoridades municipales coloquen dos cruces: una en la colonia Tarahumara y la otra en el Camino Real, con el fin de que este tipo de acciones no se vuelvan a repetir y que nadie nunca olvide las acciones de la Policía Municipal en contra del hombre “de los pies ligeros”, parte de la comunidad que heredó el título de “los verdaderos dueños del Estado de Chihuahua”.