La Sierra de Juárez es mayormente conocida por albergar el Cerro Bola, sin embargo, pocos saben que el nombre real es la Sierra Muleros.
Este lugar es conocido por muchos porque alberga la frase “La Biblia es la verdad. Leela”, aunque activistas locales aseguran que la frase no representa a toda la comunidad y distorsiona el verdadero nombre y la identidad de la Sierra de Juárez.
Martín Tafoya, representante de la comunidad Ndé en Ciudad Juárez, es una de las voces que se han proclamado en una lucha por el reconocimiento del nombre verdadero de la sierra.

Dijo que en la lengua Ndé, hay dos nombres principales para la Sierra de Juárez. El primero es “Khí Gozdíl Dzanezzí”, que se traduce como “Sierra de Mulas”.
Este nombre hace referencia a un tiempo en el que las mulas eran comunes en la región, utilizadas para el traslado de mercancías hacia Santa Fe. Conocida como “Sierra Muleros”, alrededor de los años 1700.
El segundo nombre es “Tsé tahú aya”, que significa “roca que emerge sobre el agua”, una referencia a la montaña que se eleva desde el Río Bravo.
La Sierra de Juárez es fácilmente localizable por contar con el Cerro Bola, el punto más alto de Ciudad Juárez, con mil 778 metros sobre el nivel del mar, ubicada dentro del territorio identitario original de la comunidad Ndé (mal conocida como Apache).

“No se llama el ‘Cerro de la Biblia’. En nuestra lengua, hay dos variantes lingüísticas que utilizamos para referirnos a la Sierra de Juárez. Una de ellas es Khí Gozdíl Dzanezzí que significa lugar de mulas. Entonces citar como ‘Cerro de la Biblia” es erróneo. Hay un nombre ancestral y así se le debe identificar”, comentó.
Tafoya señaló que la afectación principal es a la diversidad religiosa y al estado laico, así como subrayó la importancia de rescatar la verdadera historia de la región.
“No es de que nos sintamos agraviados porque se promocione la fe, pero no hay ningún elemento científico que indique que con el hecho de que esté el anuncio la Biblia sane a la población espiritualmente, pero sí se está agrediendo a la historia original de esta región”, afirmó.
Impacto ambiental
Además del impacto cultural, el representante de la comunidad Nde señaló que otra problemática que surge en esta zona es el impacto ambiental en la Sierra de Juárez, pues algunas áreas todavía albergan flora y fauna, como aguilillas y halcones.
Sin embargo, la actividad humana y la contaminación han reducido significativamente la presencia de estas especies, así como la falta de acción de las autoridades para proteger la Sierra de Juárez.
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“Toda la información se la hemos proporcionado al Gobierno Municipal, al Gobierno del Estado y al Gobierno Federal, pero la mala información histórica en esta región está tan arraigada que es difícil poder permear. Si hubiera voluntad política, ya se reconocería con su verdadero nombre a la Sierra de Juárez”, añadió.
El activista señaló que proteger y reconocer la verdadera identidad de la Sierra de Juárez es crucial, así como debería ser una zona protegida por parte de la Federación, incluso que el Estado puede intervenir y declararla área natural.