De acuerdo con la encuesta de Seguimiento de Flujos de Población Migrante de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), durante el 2023, nueve de cada 10 migrantes tenía como destino vivir en Estados Unidos.
Según esta encuesta, el 60 por ciento de las personas entrevistadas asociaron su salida con la inseguridad y violencia que vivían en su país de origen; seguido por el factor de condiciones socioeconómicas, en un 51 por ciento y razones políticas en un 25 por ciento.

Adicionalmente, el 2 por ciento de las personas encuestadas indicó que su proceso migratorio inició debido a desastres naturales o factores de degradación ambiental.
Sin embargo, un nuevo “golpe” de realidad se ha presentado para las personas en situación de movilidad, luego de que asumiera la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump.
Y es que las opciones que ahora tienen las personas migrantes, luego de las amenazas de deportaciones masivas y la cancelación de solicitudes de asilo humanitario a través de CBPOne, cambió la situación para miles de personas.
Ahora, los migrantes deberán optar por quedarse en México o en otros países de América Latina, mientras que la última solución sería regresar a su país de origen.

Tal es el caso de Brianda Inés, una mujer de origen venezolano que, al igual que muchos otros casos de personas migrantes, su cita de CBPOne fue cancelada el pasado 20 de enero.
En entrevista con Circuito Frontera, dijo que estaba de acuerdo con que las personas que no aportan nada positivo a Estados Unidos se les niegue el ingreso a ese país, aunque existen otros migrantes preocupados por salir adelante y que buscan una mejor opción de vida.
Comentó que, incluso, una gran mayoría de personas extranjeras son quienes hacen grande a su país, pues son quienes llevan a cabo los trabajos “más matados” por una menor cantidad de “plata”, ya que un estadounidense no haría por el mismo precio.
“No me gusta cómo está llevando la cuestión de la migración ahorita y pues aquí en Ciudad Juárez ya llevo dos años”, añadió.
Sobre sus planes a futuro tras no poder cruzar a Estados Unidos, comentó que su única opción es quedarse en Ciudad Juárez, donde actualmente trabaja en una pequeña “fondita” en la zona Centro.
“En este momento yo me encuentro aquí, en este puesto trabajandole a mis patrones y tratando de ahorrar dinero con lo que me pagan, para poder montar mi negocito de comida aquí en Ciudad Juárez”, añadió.
Compartió que viene acompañada de su esposo y de sus dos hijos, quienes asisten a la escuela de esta frontera, mientras que su esposo también tiene un trabajo informal.
Brianda refirió que ya cuentan con su tarjetón de trabajo un permiso legal extendido por un año y que van cada semana a firmar para demostrar que están trabajando, por lo que su plan a corto y mediano plazo es seguir residiendo en el estado mexicano.
Respecto a si volvería a su país de origen, Brianda respondió que esta no era una opción, ni siquiera a otro país cerca de Venezuela.
“Yo sinceramente ya no regresaría a mi país ni a Colombia. La situación en Venezuela es sumamente crítica. Yo allá ganaba 40 dólares a la semana. Usted póngase a pensar ¿Qué haría con esos 40 dólares? Y aunque ganaras más dinero, en ocasiones no había nada que comprar en el mercado. Allá no hay economía, es una desesperación terrible vivir en esas condiciones y aquí en Ciudad Juárez, no me falta qué comer ni qué vestir. Así que yo prefiero quedarme aquí”, refirió.
En una situación similar se encuentra Beatriz González, también de origen venezolano, quien llevaba dos meses esperando una cita programada de asilo por cuestiones humanitarias a través de la aplicación del CBPOne cuando fue cancelada repentinamente.
La mujer expresó su deseo de cruzar legalmente y que se respeten sus derechos como migrante, aunque las cancelaciones han complicado aún más el proceso.
Beatriz comentó que por el momento planea quedarse en Ciudad Juárez de manera indeterminada, en tanto no se resuelva la recepción de citas para ingresar a Estados Unidos de manera legal.
Aunque la situación para Beatriz es más complicada, ya que actualmente se dedica a vender burritos en las esquinas, debido a que aún no cuenta con el tarjetón que expide el Instituto Nacional de Migración para trabajar de manera informal en esta frontera.
Platicó que en el albergue donde se está quedando, le han ayudado a solicitar su CURP y el tarjetón de permiso de permanencia para poder conseguir un trabajo regular con todas sus prestaciones, trámites que se encuentran en proceso.
Dijo que, se abran o no las citas para solicitar asilo, continuará viviendo en Ciudad Juárez, pues para ella estas son sus opciones: permanecer de manera temporal en Ciudad Juárez o simplemente regresar a Venezuela.
Contó que ella realizó su cita a través de la aplicación estadounidense desde hace dos meses, pero el lunes de la semana pasada simplemente desapareció la aplicación y se quedó sin cita.
“Quisiera entrar de una manera legal al país de los Estados Unidos y que se me respetaran mis derechos como migrante. Quisiera que se resolviera al menos para mí que ya tenía dos meses esperando, el respeto de mi cita”, dijo.
Geraldin, una mujer migrante originaria de Colombia, suele vender dulces en el Mercado Cuauhtémoc y sus alrededores, platicó que fue una verdadera aventura llegar hasta esta frontera.
“Cuando venía para Juárez, el Instituto Nacional de Migración me quitó todos mis papeles y quedé completamente indocumentada. Actualmente estoy buscando una embajada que pueda ayudarme a volver a tener mis papeles para trabajar de una manera formal y poder hacer mis trámites como corresponde con el tarjetón temporal de trabajo”, refirió.
Además en ocasiones trabaja como mesera en restaurantes pequeños, pero a diferencia de otros migrantes entrevistados, señaló que ha sido víctima de discrminación por ser migrante, así como recibe mucho menos del sueldo normal que un mexicano.
Por ello, pidió a la comunidad que brinden un trato digno a las personas extranjeras en esta localidad, pues muchos, como ella, solo buscan superarse y salir adelante.
“Por favor juarenses y americanos sean un poco más humanos. Los migrantes pasamos por mucho y somos personas como ustedes que sólo buscamos algo mejor”, concluyó.